domingo, 19 de junio de 2011

Finales

Es increíble la forma en la que sigo negándome a ver el final. Despedirme de aquello que significa tanto no es nada fácil. Esto se acaba con todo lo que ello conlleva. Sí, para mí, mientras quede un resquicio de esperanza de volver a vernos todos juntos (en este caso pasado mañana) aún no habrá acabado. No al menos definitivamente.
Lo peor es que cada vez tengo más claro de que a pesar de que, con algunos -afortunadamente- seguiré hablando y quedando, con otros el contacto se perderá de manera irreversible. Creo que nunca terminaré de entender por qué la gente puede llegar a cambiar tan rápida y bruscamente. Como se puede forjar una relación tan estrecha y que se deteriore con tantísima velocidad. Que no digo yo que nada de esto esté pasando, y que tampoco niego que sean solamente paranoias mías. Tampoco me extrañaría demasiado. Lo extraño es que no me enfurece; me entristece. Me entristece pensar que a algunos los voy a perder y lo peor de todo, que esta pérdida será absorbida con indiferencia por partes de ciertas personas. No sé. Es como un tanto y de repente tan poco...

jueves, 2 de junio de 2011

Vida

Me siento orgullosa de la vida que he llevado porque he sido yo la que ha elegido como vivirla. En mis dieciocho años de vida, he aprendido que lo importante no es cuántas veces caigas, sino cuántas veces te levantes. He conocido muchas ciudades de España, aunque aún -y por desgracia- no haya salido del país. He sido consciente de que no he tenido una infancia demasiado fácil, y tampoco una juventud sencilla, pero que esto me ha hecho ser tal como soy. Sé que soy muy cabezota, que el orgullo me puede y las malas contestaciones también. Que soy muy impulsiva y al momento me arrepiento. Pero también sé que tengo la suerte de querer y sentirme querida, de tener unos amigos que valen oro y de poder sonreír cada día disfrutando de los pequeños placeres que te da la vida. Sé que a pesar de todo suelo saber ver la luz al final del camino y aferrarme a ella por muy negras que vea las cosas, porque si algo me ha enseñado la experiencia es que de todo se sale, aunque con mayor o menor grado de dificultad. He aprendido a pensar por mí misma y cuando no sé que pensar, lo reconozco y espero a que se aclaren mis ideas, pero nunca me posiciono según lo que alguien piense. He descubierto la magia del arte y lo bello de la vida. Tengo emociones cuando veo obras y recuerdos cuando reconozco olores. Me siento orgullosa de haber nacido donde he nacido y de haber elegido las amistades que he elegido. Me siento, en fin, orgullosa de ser una persona más de este mundo. Me siento agradecida por haber podido disfrutar de todas las cosas que he disfrutado, y de sufrir por todo lo que he sufrido. Vivir todo lo que he vivido, porque como la vida no hay nada.

miércoles, 1 de junio de 2011

Y pensar

Y pensar que ya no volveré a oír el “rápidamente, ¿ah?” de Mª Ángeles, el “bueno” de Juan Bautista, el “un minut de silenci” de Xavi, el “es decir” de David Cerdán, el “calles estrechas y tortuosas” de Ana Pastor, el “más cositas” de Lorena o el “pággoco y sus intenciones” de Verónica.

Todo se irá perdiendo y nuestros futuros se dispersarán. Habrá gente a la que siga viendo y gente a la que no. Y la verdad es que no tengo ninguna gana de acabar todo esto que empecé hace años; y no me refiero al colegio, sino a las amistades.

Tengo miedo de no volver a ver sus caras, de no escuchar sus risas, de no oír sus tonterías.
Gracias por darme la oportunidad de conoceros, gracias por cada sonrisa. Gracias por aguantar mis malos humores y mis bordes contestaciones. Gracias por estar ahí. Gracias por cada gesto, por cada favor y por cada día. Gracias por haber hecho que me sintiera tan bien. Gracias también por cada golpe, porque me han hecho madurar y comprender la realidad de las cosas. Gracias, alumnos, profesores y demás porque me habéis enseñado mucho. Gracias por ser simplemente vosotros.